lunes, 3 de noviembre de 2008

Mis ídolos: Juan Esnáider


Nombre completo: Juan Eduardo Esnáider
Fecha de nacimiento: 5 de marzo de 1973
Lugar de nacimiento: Mar del Plata (Argentina)
Altura y peso: 1'80 m, 75 kg
Demarcación: Delantero centro
Lateralidad: diestro
Internacional absoluto: Argentina (3 partidos, 3 goles)

TRAYECTORIA PROFESIONAL
1990/91 - Ferro - Primera división - 6 partidos, ningún gol
1990/91 - Real Madrid - Primera división - 2 partidos, ningún gol
1991/92 - Real Madrid B - Segunda división - 26 partidos, 9 goles
1992/93 - Real Madrid - Primera división - 8 partidos, 1 gol
1993/94 - Zaragoza - Primera división - 29 partidos, 13 goles
1994/95 - Zaragoza - Primera división - 32 partidos, 16 goles
1995/96 - Real Madrid - Primera división - 20 partidos, 1 gol
1996/97 - At. Madrid - Primera división - 35 partidos, 16 goles
1997/98 - Espanyol - Primera división - 24 partidos, 13 goles
1998/99 - Espanyol - Primera división - 13 partidos, 2 goles
1998/99 - Juventus - Serie A - 10 partidos, ningún gol
1999/00 - Juventus - Serie A - 6 partidos, ningún gol
2000/01 - Juventus - Serie A - ningún partido
2000/01 - Zaragoza - Primera división - 17 partidos, 11 goles
2001/02 - Oporto - Superliga - 3 partidos, ningún gol
2001/02 - River - Primera división - 9 partidos, ningún gol
2002/03 - Ajaccio - Primera división - 4 partidos, ningún gol
2003/04 - Murcia - Primera división - 17 partidos, 1 gol
2004/05 - Newell's - Primera división - 10 partidos, 1 gol

Allá por 1995, Juan Esnáider se convirtió en mi primer ídolo futbolístico, cuando era la estrella del Real Zaragoza que conquistó la Recopa de Europa, ante el Arsenal, en aquella inolvidable final con el gol de Nayim. Si bien por aquel entonces yo no era demasiado aficionado al fútbol, este delantero argentino, con su carácter, juego y definiciones espectáculares, sí llamó mi atención.

Comenzó a destacar muy joven, prácticamente sin haber debutado como profesional, con una gran participación en el Mundial sub-20 de 1991, celebrado en Portugal. Eso le sirvió para fichar rápidamente por el Real Madrid, donde no contó con muchas oportunidades.

Posteriormente, en 1993, fue cedido al Real Zaragoza, equipo donde explotó futbolísticamente por espacio de dos temporadas, coincidiendo con el máximo apogeo del conjunto aragonés, que conquistó la Copa del Rey y la Recopa de Europa, además de la tercera plaza en Liga en el primer año.

Habiéndose convertido en uno de los delanteros con más proyección de Europa, el Real Madrid decidió repescarlo pagando más del doble de lo que había ingresado cuando el Zaragoza lo compró un año antes, en verano de 1994. Sin embargo, su segunda aventura en el club merengue fue nefasta y, ante el fracaso individual y colectivo, tuvo que emigrar de nuevo.

Y lo hizo al gran rival local: el Atlético de Madrid, que venía de conquistar Liga y Copa en la temporada 1995/1996 -hoy todavía sus últimos títulos-. Esnáider formó una buena dupla con Kiko Narváez y logró una cantidad considerable de goles, pero sus desavenencias con el técnico, Radomir Antic, propiciaron su salida del equipo colchonero un año después, rumbo al Espanyol, como parte del pago por el traspaso de Jordi Lardín al Atlético.

También en el club catalán rindió a nivel satisfactorio, y en el mercado invernal de la campaña 1998/1999, la Juventus de Turín se hizo con sus servicios para suplir la baja de Alessandro Del Piero, quien había sufrido una grave lesión. Sin embargo, la aventura italiana fue de lo más decepcionante, y año y medio después, sin apenas participaciones debido a numerosas lesiones musculares y falta de confianza del técnico, volvió como cedido al Real Zaragoza.

Y como no podía ser de otra manera, y pese a no estar en su mejor condición física, desde el primer partido volvió a encandilar a la afición de La Romareda y salvó al equipo del descenso a Segunda división, gracias a sus goles. Además, y aunque no participó en la final, el equipo ganó la Copa del Rey ante el Celta. Precisamente, fue una expulsión en el último partido de Liga, también contra el conjunto vigués, lo que le privó de disputar la final. Las malas lenguas dicen que el presidente del Zaragoza, Alfonso Solans, le comunicó antes de empezar el partido que no iba a hacer efectiva la opción de compra y, por tanto, Esnáider se autoexpulsó nada más comenzar el encuentro.

Después fue de equipo en equipo sin volver a alcanzar un buen nivel. Aun así, Oporto, River, Ajaccio, Murcia y Newell's podrán presumir de haber contado en sus filas, aunque por poco tiempo, con este jugador.

Juan Esnáider no fue el clásico delantero centro rematador. Era un delantero moderno, referente en el ataque de su equipo, buen finalizador, pero que además poseía un alto nivel técnico para moverse fuera del área y combinar con sus compañeros. Probablemente, su mejor cualidad fuese el remate desde cualquier posición, con un poderoso disparo, gracias a lo cual anotaba goles de bella factura. Sin olvidar su carácter dentro del campo, problemático en numerosas ocasiones, pero que, sin duda, le daba un plus.

Para muestra, el gol que abrió el marcador en la final de la Recopa ante el Arsenal, en 1995. Y eso que lo anotó con la izquierda, su pierna menos hábil.

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