Mis ídolos: Djalminha

Nombre completo: Djalma Feitosa Dias
Fecha de nacimiento: 9 de diciembre de 1970
Lugar de nacimiento: Santos (Brasil)
Altura y peso: 1'78 m, 69 kg
Demarcación: Mediapunta
Lateralidad: zurdo
Internacional absoluto: Brasil (14 partidos, 5 goles)

TRAYECTORIA PROFESIONAL
1990 - Flamengo - Primera división - 10 partidos, 1 gol
1991 - Flamengo - Primera división - 4 partidos, 1 gol
1992 - Flamengo - Primera división - 7 partidos, ningún gol
1993 - Guarani - Primera división - 32 partidos, 10 goles
1994 - Guarani - Primera división - 30 partidos, 21 goles
1994 - Shimizu S-Pulse - J-League - 11 partidos, 4 goles
1995 - Guarani - Primera división - 41 partidos, 17 goles
1996 - Palmeiras - Primera división - 48 partidos, 15 goles
1997 - Palmeiras - Primera división - 28 partidos, 12 goles
1997/98 - Deportivo - Primera división - 26 partidos, 8 goles
1998/99 - Deportivo - Primera división - 30 partidos, 8 goles
1999/00 - Deportivo - Primera división - 31 partidos, 10 goles
2000/01 - Deportivo - Primera división - 21 partidos, 9 goles
2001/02 - Deportivo - Primera división - 18 partidos, 1 gol
2002/03 - Austria Viena - Primera división - 10 partidos, 2 goles
2003/04 - Deportivo - Primera división - 11 partidos, 2 goles
2004/05 - América (MEX) - Primera división - 5 partidos, 1 gol

Un superclase. Con una calidad técnica prodigiosa, visión de juego impecable, talento insuperable... Puro espectáculo. Y en el sentido más puro de la expresión, genio y figura. Djalminha hacía lo que quería... Sólo cuando quería. Era capaz de hacer jugadas que algunos sólo pueden soñar en partidos contra el Real Madrid, Barcelona o Celta, cuando todo el mundo estaba pendiente. Y después desaparecer cuando se trataba de un partido sin trascendencia.

Por condiciones era uno de los mejores futbolistas del mundo, pero su carácter exigía que el equipo jugase para él, que aguantase también su irregularidad, y seguramente por eso jamás hubiera triunfado en equipos más grandes. Si bien fue con él con quien el Deportivo vivió su mejor historia y ganó la Liga en el año 2000.

La primera vez que le vi en directo, en La Romareda ante el Zaragoza, marcó un golazo de vaselina, de esos que casualmente inventan los genios. Poco más se puede decir de él, simplemente hay que sentarse y admirar sus jugadas. Con Djalminha, el fútbol fue espectáculo.