Más importante que los sistemas tácticos es, sin duda, la propuesta. Un entrenador debe conocer a sus jugadores, las virtudes que, en general, poseen, evaluar las carencias y, sobre todo, aprovechar los recursos. Es decir, que si, por ejemplo, soy Bernd Schuster y considero indispensable que mi equipo ataque continuamente con profundidad por ambas bandas, lo tendré complicado con la plantilla actual del Real Madrid, por lo que deberé buscar alternativas.
Lejos de esto, muchos técnicos se obcecan con adaptar a sus jugadores a un esquema o a una filosofía de juego, y no al revés. Evidentemente, si soy el entrenador del Recreativo de Huelva y mi plantilla tiene carencias en el juego de ataque, deberé buscar soluciones, sin renunciar a ser atrevido y a salir a ganar los partidos. Si tengo delanteros rápidos, puedo buscar la presión en mediocampo y salir rápido al contragolpe.
Para un equipo con amplios recursos económicos, que tiene la oportunidad de diseñar su plantilla de una manera específica, la propuesta siempre debe ser el juego de posesión. Más que nada porque es lo más inteligente. Si tú tienes el balón, difícilmente podrá atacarte el rival, con lo cual ya tienes que preocuparte de menos cosas. Y además, si lo administras bien, podrás ser tú quien ataque. Si logras poner en práctica esto, lo difícil será que no obtengas resultados satisfactorios.
Por ejemplo, el Real Zaragoza de la temporada pasada es un claro ejemplo de equipo con recursos económicos pero con una plantilla muy descompensada. Carecía de alternativas. La propuesta de Víctor Fernández era la que siempre ha tenido: tener el balón y atacar. Pero carecía de variantes al no tener jugadores específicos de banda. Esto lo solucionó con la inclusión de Sergio García como extremo.
Sin embargo, el problema era que tenía un ataque muy definido, con tres puntas, y después el resto del equipo partido. No había coordinación entre mediocampo y delantera, ni entre defensa y mediocampo. Por tanto, el equipo jugaba mejor cuando el partido estaba roto y sin transición en la medular. Personalmente, creo que de mantenerle como técnico no se hubiera producido el descenso. Los posteriores entrenadores sólo fueron dando tumbos intentando buscar un equilibrio difícil de lograr en un equipo tan descompensado. Finalmente lo lograron: se cargaron lo bueno que tenía (el ataque) y mantuvieron igual de mal lo demás (la defensa). Al menos, Víctor tenía las ideas claras y era fiel al estilo de sus jugadores y, en general, de La Romareda.
Según Johan Cruijff, y estoy de acuerdo, la rápida circulación de la pelota es más fácil cuando se juega con tres delanteros, ya sea con un 4-3-3 o un 3-4-3. Si la disposición de los futbolistas está trazada con diagonales, como en estos esquemas, siempre es más fácil ver el pase, ejecutarlo y recibirlo. El mejor ejemplo es el Barcelona, obviamente. Y, de hecho, no comprendo por qué ningún otro equipo imita su propuesta. Está claro que no pueden tener a Iniesta, Xavi o Messi, pero también hay futbolistas de menor nivel con calidad técnica idónea para cumplir esa función, y, aunque sea un equipo de media tabla, con jugadores a su alcance, puede tener una propuesta similar, aunque no deje de ser humilde.
Por ejemplo, extrapolemos la propuesta futbolística del Barça al Getafe, que es un equipo de mitad de tabla con jugadores que tratan bien el balón. Formando con un 4-3-3 como el de Guardiola podríamos hacer, emulando a Víctor Muñoz, la siguiente alineación: Abbondanzieri; Cortés, Cata Díaz, Mario, Licht; Casquero, Celestini, Granero; Del Moral, Gavilán y Soldado.
Es decir, un equipo equilibrado y capaz de realizar una propuesta futbolística basada en la posesión del balón. En defensa tenemos a un lateral diestro bastante completo, que tiene buena técnica y es seguro en defensa, como Cortés. En la izquierda, un lateral más potente, que sería Licht. En el centro, un marcador central fuerte que domina el juego aéreo, como Cata Díaz, y otro que ejerce más como un líbero, con buen posicionamiento y salida de balón, que podrían ser Mario o Belenguer.
Por delante de ellos, como 'clásico 4', estaría Celestini. Un jugador con gran sentido táctico, que juega en pocos toques y se posiciona bien, perfecto para esta función. Como mediocentros, combinando creatividad, toque de balón y llegada, Casquero y Granero. Teniendo la alternativa de Adrián, el hijo de Míchel, que es otro futbolista con exquisita técnica, o Sousa, que también tiene calidad.
En ataque, un jugador capaz de hacer de segundo delantero, rápido y con movilidad, como Del Moral, y otro que profundiza mejor por banda, desequilibrante, como Gavilán. Sin olvidar a Albín. Y en punta, un rematador nato como Soldado. Incluso estaría la opción de Guerrón, un jugador potente y rápido, ideal para cualquiera de las tres posiciones, o el propio Uche.
Se trata de romper tópicos. La última Eurocopa premió a los equipos valientes y con una propuesta atacante, castigó a los cobardes y ramplones, como Francia, y, sin embargo, los equipos no parecen haber tomado nota de ello. Paradójicamente, sí tomaron nota de la anterior Eurocopa que ganó Grecia y aburrió a las ovejas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario